El proceso de fabricación de cable termocupla, es largo y cuidado, con completa atención en cada aspecto. Tiene fases de producción tanto artesanal como industrial, para llegar al terminado del cable.
Comienza con la compra del cobre de origen nacional, que es luego forrado con un cable de plástico en distintos colores. Luego, todos los cables son ensamblados por una máquina giratoria y después manualmente se conforman las termocuplas. Pasa luego por una máquina que forra esta agrupación de cables con una cinta transparente que resiste alrededor de 150 grados.
Es luego sometido a un complejo proceso antes de dar por terminada la termocupla. El ensamble de cables de cobre, se desliza en un gran carretel a la par de un cable de acero (lo cual le da el refuerzo para poder soportar tantos kilogramos), hacia una máquina que le inyecta PVC, en distintos grosores según la necesidad y la finalidad (como la altura del almacenaje). Al ser recubierto con plástico a alta temperatura, este necesita enfriarse: es aquí cuando pasa por un receptáculo con agua a determinada temperatura. El cable se dirige ahora hacia el exterior del galpón, donde se oxigena y es luego enrollado en el carretel.